La ilusión de lo privado: lo que realmente pasa con tus datos y la IA

6 nov 2025

Privacidad y manejo de datos en la era de la inteligencia artificial en Buenos Aires, Argentina

En la era de la inteligencia artificial, la privacidad se ha vuelto un espejismo que muchos prefieren no mirar de cerca.
Una nueva investigación publicada por La Nación revela una verdad incómoda: lo que compartís con la IA no siempre se queda entre vos y la máquina.

El dato invisible

Cada vez que pedimos a una IA que escriba un texto, analice un documento o interprete una conversación, estamos entregando fragmentos de nuestra identidad digital.
Esos fragmentos, aunque parezcan inocuos, se convierten en datos que viajan, se almacenan y, en algunos casos, alimentan los modelos que entrenan las próximas versiones de la IA.

Lo que parecía una conversación privada, en realidad es parte de un gigantesco sistema de aprendizaje automático.

Y ahí está el dilema: la IA aprende de nosotros, pero ¿sabemos de qué forma nos está aprendiendo?

Lo público disfrazado de privado

Según los expertos, el problema no radica en la tecnología, sino en la opacidad de las políticas de uso.
La mayoría de los usuarios no lee los términos que aceptan al interactuar con herramientas de IA.
En algunos casos, las plataformas aclaran que pueden almacenar, revisar o reutilizar las interacciones para mejorar sus modelos.
Y eso significa que cada input puede convertirse en parte del entrenamiento global.

En palabras simples: la IA no olvida.

De la confianza ciega al uso consciente

En Meteleia creemos que el desafío no es evitar el uso de la inteligencia artificial, sino educar en su uso consciente.
Las empresas y los creadores deben entender que la privacidad no se protege con miedo, sino con transparencia y arquitectura ética.

Adoptar buenas prácticas —como anonimizar datos, desactivar entrenamiento con conversaciones, o usar modelos locales cuando se manejan datos sensibles— es parte de una nueva alfabetización digital.

Porque la IA no es peligrosa por lo que sabe, sino por lo que no sabemos de ella.

Argentina y la soberanía de los datos

En Buenos Aires y otras ciudades tecnológicas del país, cada vez más organizaciones están desarrollando infraestructuras locales de IA para mantener el control sobre su información.
Proyectos como EcoMetrics o iniciativas de data centers nacionales buscan garantizar que los datos no viajen sin propósito ni retorno.

La soberanía digital no se trata solo de dónde se almacenan los datos, sino de quién decide cómo se usan.

La nueva privacidad: conocimiento y poder

La privacidad, en esta nueva era, dejó de ser un derecho pasivo.
Es un acto activo de conciencia.
Cada interacción con la IA nos invita a elegir entre conveniencia y control.

Y tal vez la verdadera pregunta no sea si la IA nos escucha…
sino qué versión de nosotros está aprendiendo a escuchar.

Fuente:
La Nación — “Lo que nadie sabía: por qué lo que le compartís a la inteligencia artificial no es privado”

Autor: Pablo Kühle – CEO & Fundador de Meteleia